domingo, 8 de abril de 2007

Próximo destino: Londres

¿Qué hago a las 5 am deambulando por las calles de Leeds?. Eso me preguntaba camino del bus que me llevaría a Londres. Por cuatro libras ida y vuelta, viaje sacrificado a precio de saldo, gracias a los tepindro y Megabus. Álvaro y yo organizamos el viaje a la capital días antes, él saldría desde Preston a las 4 am y llegaría a Londres sobre las 10, mientras yo saldría a las 5:45 y llegaría a las 10:30 aproximadamente. Realmente es una paliza el viaje en bus, los asientos son cómodos dentro de lo que cabe, hay aseo y parada a mitad de trayecto.
El viaje fue cómodo sino fuera por el conductor, llevaba los cascos puestos cuando observo que el conductor se gira para llamar la atención. Era por la música, al parecer la llevaba demasiado alta, pero no, el culpable resultó ser otro joven que subió en la parada de Chesterfield y estaba unos asientos más atras. El chófer no lo pensó, paró el vehículo en el arcén de la carretera, se levantó y le reprendió más de cerca al chico, por si no le escuchaba.
En esa ocasión paramos en un buen self-service, un tepindro me sirvió un capuccino muy rico y aproveché para tomar unos croissants ya que no había desayunado.
Cambiamos de conductor, el relevo parece no tener tanto carácter como el anterior.
Llegamos, si, se nota, la entrada de una gran ciudad, por fin, es Londres. Casas antiguas de menor a mayor tamaño rodean la entrada por la que accedemos a la ciudad, no veo ningún edificio emblemático ni nada fuera de lo normal, quedaba poco para el fin del trayecto.
Última parada, Victoria Station, allí me hallo, en la gran capital de los tepindro, la gran ciudad por descubrir.

sábado, 7 de abril de 2007

Readaptación

Vuelta a la universidad y primer encuentro, con Antoine, no es un tepindro, es uno de los erasmus franceses. Nos contamos como nos fueron las vacaciones y demás, no saludé al resto porque no disponía de tiempo, debía de revisar los essays finales a entregar y a la semana siguiente viajaba a Londres y Dublín, este último destino de improviso.
Acudí a hablar con el decano de Journalism para discutir acerca de unos artículos que había escrito y salí relativamente satisfecho, se comportó muy hierático y no me dijo ni que estuvieran bien o mal. Visité a Min Li, esta china tan "encantadora" que recibe a los estudiantes internacionales. Me comunicó que Rachel Cockburn, otra chica de Relaciones Internacionales se marchó y vino una sustituta. Me puse al día acerca de todo lo que debía hace. Era poco práctico acudir a las clases ya que había entregado todo el material que me exigieron para el trimestre, así pues solo me quedaba acudir a prácticas de radio y las clases de inglés. Aquello se asemejaba a unas vacaciones anticipadas, las cuales me las tuve que trabajar antes.
Me adapté, ya creo que lo hice. A los pocos días quedé con Dave para tomar algo y volví a salir. El ambiente de Leeds y los tepindros me poseían, una sensación agridulce que brotaba en el sentimiento de no querer salir de allí.

viernes, 6 de abril de 2007

Regreso a Leeds

Todo lo bueno se acaba: las comidas de mamá, los amigos, el clima. Lo positivo queda por llegar: Londres, mis esperas del bus frente al Town Hall, más amigos y los tepindro.
Pongo fecha a mi regreso, el 8 de enero a las 17:40, a esa hora cojo el vuelo. En esta ocasión aprovecho un par de días que van a pasar mis padres a Barcelona y me acercan en coche.
Llegué con dos horas de antelación al aeropuerto del Prat y me encuentré a Marta. Esta valenciana es amiga de Bárbara, la chica que se vino conmigo a Leeds el primer día. Al segundo día de pisar la ciudad, nos la encontramos en la calle con otras dos valencianas y al estudiar ellas lo mismo, filología inglesa, en la misma universidad, hicieron buenas migas.
Gracias a ella el viaje se me hizo más llevadero entre tanto tepindro, sirvió de sustitutivo al mp3 y pude al menos reir un rato. Creo que no la volví a ver desde entonces, por otro lado es normal, cada uno lleva su vida y nos movemos por sitios diferentes.
Sol y lluvia, aquel fue el contraste del día. Llegamos al aeropuerto de Bradford, un taxi nos acercó a mi casa y posteriormente a ella a su residencia. Cuando llegué estaba todo más o menos tal y como lo dejé, igual de revuelto el salón, igual de "limpio" el baño y mi habitación intacta.
Se respiraba otro aire en Leeds, era distinto a cualquier otra ciudad que haya visitado, al menos en la zona que habitaba era un ambiente infinitamente más puro y húmedo que el de Murcia.
Saludé a los compañeros de piso excepto a Néstor, el ruso, había desaparecido poco días antes de que me fuera en diciembre, supongo que se fue con la familia que tenía en Londres ya que cuando regresó a mitad de enero no dio explicaciones.
Volví con los tepindros, a Inglaterra y sin duda a mi hábitat natural, el que me había creado en tan solo tres meses y no me sabía nada mal.

jueves, 5 de abril de 2007

A casa vuelve por Navidad

Como aquel tipo del turrón, sin canción moña de fondo, volví a casa por Navidad. Para ello estuve siete horas embutido en un tren desde Barcelona a Murcia, jamás repetiré esa experiencia, a la próxima tomaré un avión. Lo que no me explico es que se planteen la llegada del AVE a Murcia cuando el tendido eléctrico se acaba en Alicante y no llega ni el Euromed, los tepindro no tienen ese problema, pero eso ya es otra historia.
Cuando llegué no me esperaba nadie ya que mi hermana llegó hace pocos días desde Bruselas con el sobrino que lleva mi mismo nombre, se puso enfermo esa noche y lo tuvieron que llevar al hospital. Así pues, cogí un taxi hasta mi casa donde ya si me esperaban algunos miembros de mi familia, de los cuales ninguno disponía de vehículo para recogerme.
Abrazos, besos y a contar historias, todo lo que te venga a la cabeza y escuchar a tu madre la típica frase de: "Venga hijo, dime algo en inglés". Se trata de un frase standard que todas las madres de alumnos erasmus usan a la llegada de su hijo.
No os voy a contar lo que hice durante las fiestas porque seguro que es similar a lo que hizo la mayoría. Me puse enfermo al volver a aclimatarme, fin de año con unos amigos, el día de reyes lo pasé muy bien con una persona y poco más.
Este periodo es como un respiro que me sirvió para planear los viajes y proyectos futuros que me quedaban por hacer en poco tiempo. Un paso intermedio que auguraba dos meses intensos en un ambiente con diferentes culturas e idioma, el de los tepindro.

miércoles, 4 de abril de 2007

Barcelona

Tres meses después volví a España, dejaba atras a los tepindro. El vuelo de Jet2 fue tranquilo y llegué al aeropuerto del Prat sin retraso. Allí me recibió mi amiga Meri, me quedé en su casa de Mataró unos días, me sirvió de cauce para poner los pies en el suelo y saber el punto exacto donde hallaba mentalmente. Tras pasar unos días de agobio con los últimos trabajos de la universidad me venía bien un par de días de relax y conocer un poco más Barcelona.
Pude contemplar muchas cosas, como la Casa Batlló, me senté en el banco de madera que hay justo enfrente para levantar mi cabeza y observarla durante quince minutos, friki total. Eso no fue lo más llamativo, fue el huevo, si señor, ese pedazo de huevo de Dalí que hay a la entrada de su museo, enorme y perfecto, quién no querría uno para el recibidor de su casa.
No os voy a enumerar todos puntos interesantes que visité porque se podrían encontrar en Internet muchos de ellos. Lo que si puedo decir es que por fin conocí a Raquel Claus Manent, oh si, una íntima amiga de Meri que esperaba conocer hacía tiempo. Con ella fuimos a beber la misma noche que me la presentaron a un pub irlandés, que contradictorio, venir de Inglaterra y meterme allí. También quedé una tarde con mi amigo Ger a tomar un café cerca de Plaza Cataluña y que me contara como le iban las cosas en su trabajo y demás.
Así fue, un par de días para asimilar que volvía a otra realidad, pese a que las ramblas estuvieran llenas de tepindros aquello no era lo mismo.

martes, 3 de abril de 2007

Navidad en Leeds

Los tepindro también celebran la Navidad, no pude estar allí para comprobarlo ya que el 19 de diciembre regresaba a España. Antes de marchar pude comprobar mediante opiniones como se vive esta celebración allí.
Durante una de las clases de inglés hablamos de lo que íbamos a hacer cada uno. Me resultó raro escuchar de boca de mi compañera Mao que pasaría las fiestas allí. Evidentemente tanto chinos como japoneses conmemoran su año nuevo correspondiente en febrero, no en diciembre.
Tanto el día de nochebuena como nochevieja se paralizan los transportes, se pasa en casa con los familiares y tienen las mismas costumbres de enviar tarjetas navideñas. Los más pequeños el 24 de diciembre cuelgan sus calcetines usados o las fundas de sus almohadas para ver si les cae algo de Santa Claus.
El 26 de diciembre es el Boxing day, no se abren los comercios y la mayor parte de los tepindro se dedican a ver fútbol, rugby o crícket.
En cuanto al día de año nuevo depende de la zona, en el norte tienen por tradición que una persona de altura de la familia cruce el marco de una puerta con una barra de pan, carbón y una botella de whisky. Coloca el pan sobre la mesa, el carbón en la chimenea y sirve el whisky al padre, o si es él el que lo hace se la servirá a si mismo, la cuestión es empinar el codo.
Nos puede parecer llamativo, tanto como a ellos lo de las campanadas y las doce uvas, se extrañan de que no nos atragantemos y razón no les falta.

lunes, 2 de abril de 2007

Tepindro music

Los tepindro escuchan música en inglés y en inglés, pocos son los que abren sus oidos a otro tipo de música. No es de extrañar, tienen muy buenos grupos, algunos de ellos actuaron durante mi estancia en Leeds. La lástima es que no conocía a muchos de ellos excepto unos pocos como Juliette and the Licks, Lemonheads o Lilly Allen. De hecho pocos días antes de que llegara a Leeds, Robbie Williams dio un doble concierto en la ciudad con polémica incluida, en este caso ni pagándome hubiera asistido.
La mayor parte de conciertos se hacen en el "Refectory", en la Universidad de Leeds. Se trata de una de las salas de conciertos con más historia del Reino Unido. Desde los años 60 han desfilado bandas y solistas como Led Zeppelin, Bob Marley, The Jam, Rolling Stones, Muse, Arctic Monkeys, The Who..., entre otros.
Es una sala de conciertos muy acogedora y aunque no me llamaron la atención la mayoría de los carteles, me gustaría volver a asistir a algún otro concierto.

domingo, 1 de abril de 2007

Morrisons

Morrisons es el equivalente en Inglaterra a Carrefour, Eroski, El árbol o Mercadona. La pequeña diferencia es que se trata del hipermercado preferido por los tepindro y que más centros tiene repartidos en todo el país. Siempre que tenía que hacer la compra de la semana iba a Morrisons. En Leeds acudía al se encuentra en Merrion Center, a cinco minutos de la Universidad de Leeds y Metropolitan. También había otros dos en Hunslet y Kirkstall, el primero lo tenía más cerca.

Al igual que en España, hay muchos centros de alimentación para los tepindro, ninguno con las mismas instalaciones que tiene Morrisons. Preparan un pan muy bueno (bloomer) y tienen una infinita variedad de cientos de productos. El caso de Tesco, en el que compré alguna vez camino de la universidad en Horsforth, se trata de un establecimiento, ese en concreto, para comprar cosas para salir del paso. Algo de patatas, carne o congelado, no tienen mucha variedad de fruta aunque en una ocasión me vendieron un mechero muy chulo. En Sainsbury´s no entré nunca, tengo buenas referencias del pan que venden y los alimentos aunque es un poco más caro. En el caso de Booths no puedo opinar, si de Netto, donde hice mi primera compra, pese a ser muy cutre tenía unos precios muy competitivos, la desventaja en el caso de Leeds estaba mal ubicado, junto a una carretera.
Londis es caro pero me venía bien para comprar leche o fruta de vez en cuando, cosas para salir del paso. Lo más recurrente para comprar fruta es hacerlo en cualquier tienda de pakistaníes. Mi compra semanal variaba entre 10 y 20 £, dependía en función de si recibía alguna visita, me ausentaba algunos días o si me permitía algún capricho. Realmente durante toda mi estancia no me privé de nada y no me morí de hambre. Se echa de menos la comida de casa pero te acostumbras a los productos tepindro, lo mejor las manzanas y la leche.