miércoles, 28 de febrero de 2007

Profesores

Trinity and all Saint College se caracteriza por ser una de las universidades de mayor exigencia en la región de Yorkshire.
En el caso concreto de mi titulación, Periodismo, conté con seis profesores que me supieron tratar como un alumno más y a la vez facilitarme todo el tipo de ayuda que necesité.
Desde un principio me costó adaptarme y entenderme con ellos pero en menos de dos meses logré superar esa barrera.
La asignatura de Politics and public affairs se encargaba de impartirla Mick Taylor. En ella conocí a fondo el sistema político, sanitario y de opinión pública del pueblo británico, el cual es infinitamente más complejo que el nuestro. Uno de los trabajos que se me asignó fue asistir a un meeting de concejales de Leeds, en el que entre la jerga y lo que se interrumpieron entre ellos no me enteré de mucho. Así que opté por ponerme en contacto mediante mail con cada uno de los concejales, con la opinión de cada uno acerca de esa reunión pude elaborar un essay en condiciones. La clave muchas veces consiste en buscar alternativas y para eso me ayudó mucho mi profesor de inglés Pedro. Con él pude aprender mejorar el idioma y sobre todo con la pronunciación en la que me insistía demasiado. Respecto a eso no tuve ninguna dificultad para entenderme desde un principio con el director de mi titulación Graham Greer, con el que di Ethics Journalism. La asignatura de Ética que se me figuraba sencilla y resultó ser la más dificultosa, entre otras cosas porque se corresponía al último curso de la carrera. Estaba incluida dentro de la especialidad de periodismo deportivo, en ella hubo que hacer trabajos con temas complejos como: "Dilemas éticos de un periodista deportivo cada día". Trabajos menos complicados fueron los de Shorthand and Digital Newspaper con Dean Naidoo, las clases eran intensas pero él se encargaba de hacerlas lo más amenas posible. Entretenidas también fueron las de Radio Broadcasting con Rozina Breen y Maggie Roux, con quien me llevaba especialmente bien, una señora experimentada en el medio radiofónico y con la que pude aprender mucho. Para esta asignatura entre otras cosas tuve que grabar un script de dos minutos que finalmente resultó bastante aceptable.
Estos son los señores a los que tuve aguantar y no me arrepiento de ello, si algo se puede extraer de todo lo aprendido es experiencia y con ellos la gané.

martes, 27 de febrero de 2007

Train Service

Pese a la noticia del descarrilamiento del tren en el Reino Unido acontecida hace unos días, debo afirmar que el ferrocarril británico es uno de los medios más seguros y baratos.
Durante mi primera semana viajaba a la universidad en autobús hasta que descubrí la estación de Burley Park. La ventaja de este medio de transporte es que no estás obligado a adquirir el ticket previamente, salvo algunos casos como en la estación central de Leeds. Pienso que en más de la mitad de las ocasiones que viajé no aboné billete. Entre mi parada hasta Horsforth, donde estaba la universidad, solo había una, Headingley. Al revisor en muchas ocasiones no le daba tiempo a comprobar todos los billetes. También era astuto y si al llegar el tren se asomaban dos revisores, cada uno a un extremo, me sentaba en la mitad, o si bien se asomaba uno, en el vagón más alejado de él.
Los precios eran relativamente bajos, desde Leeds hasta York cuesta unas ocho libras, Manchester quince y Liverpool veinticinco, todos los precios de ida y vuelta.
En comparación con los conductores de bus, los trabajadores de las lineas de tren son mucho más amables, a diferencia de los anteriores no tienen unos turnos laborales inhumanos.
Tan solo recuerdo una ocasión en la que un tren se retrasó diez minutos, en cuanto a la puntualidad son muy exigentes.
Entre otras cosas echaré de menos las frases que oia en los servicios de megafonía: "Platform one of the train service to Leeds...", son de esos ecos que se te quedan grabados en la cabeza y no olvidas. Como también cuando viajaba desde la estación de Leeds y antes del viaje compraba ese café tan malo junto a la madalena de strawberry que estaba tan deliciosa. Todos esos pequeños detalles me hicieron descubrir un poco más la esencia del modo de vida allí, me ayudó a ser un poco más tepindro.

lunes, 26 de febrero de 2007

Halo

En Leeds "Halo" es uno de los puntos de encuentro más concurridos de la marcha nocturna. La originalidad se basa en que se trata de una Iglesia transformada en discoteca. Se compone de dos salas, una más tranquila y otra de dos pisos con zona de baile en la que un Dj se encuentra pinchando sobre un altar.
Aún recuerdo el primer día que estuve, fue un miércoles y ponían música de estilo indie-pop, es decir, grupos o solistas del estilo de Franz Ferdinand. Para los fieles del Festival del Benicassim es el mejor lugar para tomar una pint. Allí pudimos intercambiar mi amigo Matías y yo unas palabras con una camarera de Donosti, no por ser compatriotas nos rebajó el precio de las cervezas.
Mi proceso de transformación en Tepindro me llevó a mezclarme junto con mi amigo Tristán y George entre los ingleses. Unos cuantos nos hicieron un pasillo para que bailáramos bajo su atenta mirada. Con aplausos y gritos tipo hooligan nos animaron, les seguimos el rollo aunque pronto nos cansamos, nuestro nivel de alcohol no llegaba a su status.
Allí volví en varias ocasiones, recuerdo otra junto a mi compañero de clase de erasmus en Preston que vino a visitarme, Álvaro, fue un sábado e hicimos una cola tremenda para entrar. Estuvimos poco tiempo, sin duda para los amantes de la música house o techno los fines de semana es el día clave para entrar. Fue una noche un poco extraña, un inglés me regaló un gritó al oido, a lo que yo respondí con otro y todos felices. Son así, a las 20:00 ya van borrachos por las calles, los tepindros sienten debilidad por la cerveza y tienen el tiempo justo para consumirla, todos los locales como muy tarde cierran a las cuatro de la mañana.
Leeds in fashion, una ciudad en la que encuentras locales de todo tipo abiertos durante toda la semana, muy recomendable.

domingo, 25 de febrero de 2007

La televisión española

Bendita telebasura que echaba de menos porque la británica es bien mala. No tenía cable y solo podía ver cinco canales por los que pagaba unas 25 libras de licencia. Los concursos que emiten son similares a los de España, las series repetidas como "Se ha escrito un crimen" o las típicas películas malas, comerciales y sin argumento. Por fortuna en internet podía acceder a páginas para visionar los canales que me interesaban. En el caso de los deportes rojadirecta es la idónea, para otros canales generalistas coolstreaming está bastante bien. Sin embargo, canales como TVE, Tele 5 o Antena 3 no es posible verlos en el extranjero. Durante este tiempo solo gracias a youtube descubrí personajes como Risto, seguí las noticias por la radio y diarios digitales como el pais, el mundo, la verdad y libertad digital.
No es que produzca obsesión dejar de ver series como la que se emite hoy "Aida", aunque puede provocar que veas parecidos razonables por doquier. En "Halo", durante una fiesta con compañeros de la universidad, Matías y yo nos fijamos en este individuo de la foto. Pensamos lo mismo, es idéntico al de la serie, un tipejo similar al actor Eduardo Casanova. Posiblemente no se parezca en nada y fuera la añoranza de la televisión española. No la echas de menos hasta que la pierdes.

sábado, 24 de febrero de 2007

Locura de asignaturas

Nunca olvidaré el pánico de los primeros días en mi universidad, el plan de estudios que había hecho era penoso. Tres de cinco materias que había escogido me coincidían en el horario. Con mi compañero español de universidad, Matías, estuvimos buscando las asignaturas más indicadas en los horarios compatibles. Él finalmente solventó su problema, sin embargo yo me tuve que quedar despierto casi toda una noche para elaborar un learning agreement en condiciones. Gracias a la ayuda de mi tutora erasmus, Rocio Zamora, así como de mi compañera de carrera Alma, desde España, se pudo hacer posible. Con este post, quiero advertir a muchos estudiantes erasmus que ya habeis visitado la página. Las asignaturas que seleccionas son eventuales, pueden cambiar, ya que hasta que no tengas el horario no sabrás, como en mi caso, cuales vas a cursar.
Finalmente mi horario quedó partido, el lunes entraba a las 11:00 y salía a las 18:00, no tenía tiempo ni para comer, ya que a las 13:00 tenía una hora de tutorial english y enganchaba a las 14:00 con otra asignatura. Muchos miércoles debía asistir a las clases de skill support english, clases prácticas de técnicas de estudio en inglés. Los viernes empezaba a las 11:00, salía a las 13:00 y hasta las 16:00 no volvía a tener lesson.
Semanas ocupadas a las que supe sacarle rendimiento y disfrutar, lo comprobareis en los próximos post.

viernes, 23 de febrero de 2007

¿Mi casa?, ¡un desastre!

Y desastre es poco para calificar a ese lugar tan particular.
Al entrar en el salón, podía encontrar diez pares de botas repartidas por el suelo, mezcladas con botellas de vodka y vasos. Eso significaba que mi compañero el ruso había celebrado una de sus fiestas a las que nunca fui convidado, y gracias. La decoración era digna de ser vista por Andy Warhol, una especie de pop-art inglés. Un poster de Monty Python, enfrentado con otro de AC/DC, moqueta verde, dvds de Futurama y series frikis desordenados en lejas de Ikea y una televisión, por la que había que pagar una licencia de visión, que tenía una percha metálica como antena.
La cocina era medianamente normal, horno con grill, nevera, lavadora y microondas medianamente decentes. Elemento indispensable es un calentador de agua para el té, que por aquel momento detestaba. Una mesa con papeles revueltos encima de ella y cuatro sillas de madera alrededor. Una puerta que daba a un patio trasero al cual solíamos salir a fumar mi compañero alemán y yo. A su vez estaba comunicada con un sótano al que un día hice el amago de bajar, el polvo y la suciedad hizo que la visita no finalizara.
Al subir por unas escaleras a mano derecha se hallaba la habitación de Néstor, el ruso, y a la izquierda la de André, el alemán. Al girar al fondo el aseo, el cual prefiero pasar por alto. En el piso de arriba estaba mi dormitorio a mano izquierda y enfrente la de Miles, del norte de Inglaterra.
Mi habitación podía no ser la mejor del mundo, pero era amplia, con calefacción y tenía unas muy buenas vistas. La casa tampoco era gran cosa, sin embargo no tardé en amoldarme a ella así como a las costumbres, algunas de ellas extrañas, de mis compañeros de piso.

jueves, 22 de febrero de 2007

¿Y qué pasó después?

Eso se preguntó mucha gente al leer el antiguo blog que empecé a escribir. A partir de mi cuarto día en Leeds fui abducido por la vida y costumbres de los tepindros. "No te puedes adaptar a ellos", fue la frase reiterativa de María, trabajadora del Instituto Cervantes y hermana de una de mis cuñadas. Gracias a ella pude averiguar algunas de las claves de la ciudad, ya que vive allí desde hace diez años.
Por otro lado, el tremendo dolor de pierna del que me resentía disminuyó. Gracias a eso pude ir a una fiesta de cumpleaños de la vecina italiana de Bárbara, una chica que me acompañó en el vuelo de ida. Nos citamos en el student union de la universidad. Una vez allí, conozco a un montón de italianos que no volvería a ver durante mi estancia. Fuimos al "The Library", un pub cuya estructura externa emula al edificio más emblemático de la ciudad. Nos sentamos alrededor de una mesa y entablo conversación con una de las italianas, mientras Bárbara hace lo propio con otros. No es correcto que dos españoles se pongan a hablar entre ellos, se deben mezclar.
Hoy pienso la conversación tan trivial que tuve con esa chica y me echo a llorar. Con esto no digo que quisiera flirtear con ella, sino que mi inglés era pésimo y tal vez nos habríamos entendido más en un español-italiano y no con un spanglish.
Observo a los tepindros, van borrachos y disfrazados aunque no sea carnaval. Una chica con cara de desesperación, se acerca a nosotros y nos pide un ventolín, iba tan ebria que no lo encontraba en su bolso.
Una mujer mayor entra al local y observa a su hija completamente alcoholizada. En vez de recriminarle su estado se unió a ella para ahogar sus penas. La joven bebía probablemente por un chico que no se fijaba en ella, y la madre quizá porque su marido no le hacía caso.
Tras marchar casi todos, Bárbara y yo acompañamos al "Sports Cafe" a un inglés y la cumpleañera. Después de tomar un par de pints más, me despedí y volví a casa. Aún recuerdo las vueltas que di para llegar, era un pobre ingenuo que no sabía nada de la ciudad. Mi barrio, Burley Road, no es de las mejores zonas de la ciudad y no me asustaba. Después de lo pasado los tres primeros días imaginé que nada podía ir a peor, aunque nunca se sabe.

miércoles, 21 de febrero de 2007

Tea-Pint-Droll

Con estas tres palabras describo lo que es en gran parte la vida de los británicos. A la tarde beben té y a la noche pintas de cerveza, la última palabra nos habla de su personalidad. Droll se puede entender como chistoso, tienen su propio sentido del humor, el inglés. A su vez significa curioso, ese adjetivo me lo apliqué a mi. Ante su aparente pasividad ajena, cinco meses en el Reino Unido me bastaron para hacerme una idea aproximada de como son.
Esta es la historia de como llegué a convertirme en uno de ellos, un Tepindro.